
1988 TIENDA PARA JESÚS DEL POZO
Texts
Se quería rescatar el valor de la fachada original en piedra y elaborar un espacio que, siendo muy pequeño y oscuro, tuviera mucha luz y diera sensación de amplitud. Así mismo, plantear una solución que garantizara la seguridad de la tienda en las horas en que permanece cerrada.
Para ello se deja limpia la fachada original de piedra, quedando así evidente la composición acertada de la parte baja del edificio original, con cuatro arcos de piedra. Se crea un interior muy diáfano, acristalando toda la estrecha fachada a la calle y colocando adecuadamente espejos enfrentados en las paredes longitudinales. El techo, todo negro a partir de una cierta altura, se cuaja de luminarias que, al reflejarse en los espejos enfrentados, se multiplican, ordenadamente, hasta el infinito. Como si fuera un cielo estrellado. Finalmente, se cierra el espacio a la calle con unas gruesas y potentes puertas de chapa lacada en negro que, además de ser seguras, lo parecen. Sobre ellas, a la altura de los ojos del paseante, se excava una incisión horizontal que permite una sugerente visión del interior de la tienda cuando está cerrada. La sutil separación de esta puerta de los bordes del hueco de piedra potencia, tanto la imagen de fortaleza de la puerta, como la limpieza del hueco de fachada, en una eficaz operación de contraste. Como si fueran las puertas de aquel cielo estrellado.