2009 PORTA MILANO, Italia
Texts
IL CIELO IN UNA STANZA
Querríamos construir el espacio más bello del mundo. El más luminoso. El más fascinante. Sólo con los mecanismos propios de la Arquitectura. El más simple. El más claro. El más bello.
Sería como una nube. El espacio más misterioso. El más sorprendente. El más emocionante. Querríamos construir un sueño. Como en el final de los cuentos… un sueño hecho realidad.
Una gran caja blanca traslúcida de 60 metros de largo, 30 de ancho y 45 de altura. Con una doble piel de vidrio blanco traslúcido. Una piel exterior y una interior. Paredes y cubierta de vidrio sostenidos mediante una estructura reticular interna ligera, como cartílagos. Accesible para limpieza y mantenimiento.
En la piel exterior traslúcida, perforaciones para captar la luz del sol. En la piel interior, también traslúcida, aberturas acordes con la piel exterior.
La entrada de luz directa sería el contrapunto a la nube de luz traslúcida que inundaría nuestro espacio. Y la luz sólida llegaría a tocar el suelo. La luz del sol así tratada y puesta en valor, se movería acariciando las paredes de nuestro espacio, sorprendiendo a los viajeros que llegaran a Milán. Y les conmovería. De noche, toda la caja iluminada aparecería como una gran linterna para proclamar que ésta es la Puerta de Milán, la Porta di Milano. Como una nube llena de luz.
El proyecto, madurado después de un intenso trabajo, es preciso, simple y eficaz. Capaz de conmover. Y capaz de permanecer para siempre en la memoria y en el corazón.