Alberto Campo Baeza

El martes 4 de octubre ha tenido lugar en el COAM en su sede de la calle Hortaleza, la entrega de las insignias de oro a los arquitectos que han cumplido los 50 años como colegiados en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, el COAM. El acto fue entrañable y entre los condecorados estaba Alberto Campo Baeza que pronunció las palabras de agradecimiento en tan entrañable acto, invitado por el Decano Sigfrido Herráez que presidió el acto.

ALBERTO CAMPO BAEZA

“Quien no mueve los corazones, mueve los isquiones”, decía mi padre que llegó a cumplir los 104 años en Cádiz, como cirujano muy querido por todos. Seré breve.

Se me hace el regalo de encomendarme pronunciar aquí, hoy, unas palabras, pocas, en un acto tan entrañable y emotivo como éste. Por ley natural, todos amigos y con buena salud. Echando de menos a los que ya nos han dejado.

Se dice pronto: ¡50 años de ejercicio de la profesión! La profesión más hermosa del mundo: Soñamos y construimos esos sueños, los hacemos realidad. Y conseguimos con nuestros edificios, lo intentamos, alcanzar la Belleza para hacer felices a los demás.

Más de una vez he citado a Goya en un pequeño dibujo que podemos ver en el Museo del Prado. Goya escribió allí: AUN APRENDO con el número 54, su edad. Representa a un anciano con pelo y barba blancos, apoyado en dos bastones. Y nosotros, con más edad que Goya, aún aprendemos, aún seguimos aprendiendo, Ahora vemos las cosas más claras y disfrutamos más de todo, también de la Arquitectura.

Para colmo, para celebrar estos 50 años ¡50 años! se nos regala esta insignia de oro del COAM que luciremos con todo agradecimiento y orgullo.

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.»