Palinsesto Architettonico
Hacer arquitectura significa poner el proceso de proyecto en el centro. El arquitecto transforma el espacio físico según un modelo pedagógico en el que se combinan los «conocimientos» de la innovación y la tradición.
Un enfoque «renacentista» que desarrolla la relación entre técnica y cultura, que interpreta el conocimiento y que nunca renuncia a la dimensión poética. Un modelo que, si se desvincula del proyecto como investigación, como planteamiento unitario basado en utilitas, firmitas y venustas, corre el riesgo de ser pura experimentación tecnológica.
Hacer arquitectura es investigar, construir caminos, elaborar y desarrollar ideas. La belleza de la arquitectura no es una demostración matemática, sino el entrelazamiento de conocimientos profundos del oficio y del arte de construir. Una obra de arquitectura no es pura creación, sino una construcción en la que se conservan las virtudes del proceso metodológico y la tendencia a investigar continuamente más allá de la propia obra.
Como Eneas, Alberto asume la historia y el futuro sin refugiarse en lo que ya conoce. Une las historias, los maestros, en un único proceso de modificación para evitar que falsas ilusiones puedan llevar a pensar que pueden, por sí mismos, inventar el futuro.